martes, 7 de diciembre de 2021

LA LÍNEA FRÁGIL

 

Uno de los corredores viales más estratégicos para el país es el del Alto de la Línea, célebre por sus derrumbes y sus constantes historias de fraude en los procesos de construcción y reconstrucción, donde se moviliza más del 50% de las exportaciones e importaciones del país del sagrado corazón. Es un límite para el Parque Nacional Natural los Nevados, junto con el corredor vial del Alto de Letras, al norte del Nevado del Ruiz. Es muy frecuente hablar del frío que hace en dicho lugar, cuando se tiene que esperar un buen rato ahí por la alta presencia de derrumbes y unos cuantos problemas de inseguridad; pero la importancia comercial para el país ha hecho que se piense en una carretera de verdad para que minimizar los problemas que se vienen presentando, eso sí, tratando de respetar el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible circundante; pero es una historia de hace más de 50 años con graves hechos de corrupción (pregúntenle a los Collins, polémicos contratistas), pero en los últimos días se han venido presentando ceremonias de inauguración (lo que no garantiza la utilidad de las obras hechas), y que en menos de 24 horas luego del último acto social, ya se haya presentado el volcamiento de una tractomula.

 

En días pasados se inauguró la “calificada por expertos como la segunda de mayor complejidad geológica y técnica en la construcción de túneles en el mundo” (Infobae); con una bandera de Colombia expuesta en una de las barras de uno de los puentes pertenecientes al corredor vial. Según el Director de Invías, Juan Esteban Gil con su frase (Infobae): “con esta obra los colombianos podrán perderle el miedo a “La Línea”, un corredor que generaba temor por la dificultad para sortearlo al volante, así como por la posibilidad de quedar detenido por horas debido a accidentes viales o congestión”. Algo típico del actual Gobierno (desgobierno) nacional es exagerar sus obras como si fuesen maravillas universales, cuando en realidad se está quedando pequeña frente a las necesidades que tiene el país, además de que se seguirán presentando percances por obra de la naturaleza, o por la irresponsabilidad de quienes van al volante; porque este es un país que no adquiere conciencia sobre los problemas que se presentan ni asimila las enseñanzas que quedan de todos estos problemas; el asunto es que siguen los mismos tipos de contratistas, las mismas coimas, los mismos funcionarios corruptos y el pueblo sigue jodido.

 

Pero como los problemas están a la vuelta de la esquina, al día siguiente, Revista Semana registró este hecho presentado en el recién inaugurado corredor de La Línea: “No obstante, a tan solo un día de haber sido inaugurada, se registró el primer accidente: una tractomula se volcó y su conductor quedó herido en el tramo final del viaducto de Yarumo Blanco, en la doble calzada que desciende desde Cajamarca hacia Calarcá”. Cualquier persona sensata desearía que todo saliese bien en esta nueva obra, porque lo más probable es que este incidente vial puede desembocar en una caja de pandora de corrupción, como ha sucedido en la mayoría de las infraestructuras viales de este país, un enredo más notable que el oso de todos los miembros del gobierno (desgobierno) nacional mientras rompían un cordón de inauguración del túnel al lado de la injustificada estatua del nefastamente recordado ExMintransporte Andrés Uriel Gallego, quien estuvo en dicha cartera durante ocho años, sin hacer mayor cosa, tan solo calentó silla ahí por ser el amigo de Carnitas y Huesitos, uno de sus alter ego, quien dejó por ahí a esos contratistas que le han hecho tanto daño al país con sus serruchines y sus shows para tumbar, tumbar y tumbar.

 

Nada se ha hablado de los efectos que pueda tener esta megaobra sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, por cuanto no los han querido destacar a los ya existentes, y ya vendrán los futuros, porque se presume que esta obra durará un largo plazo, ya que se demoró casi 100 años en construirla totalmente. Pero como este desgobierno es indiferente a estos temas ambientales y de sostenibilidad, los desecha como al Acuerdo de Paz, es mejor elegir bien el año entrante a quienes puedan en cierta forma, contrarrestar los efectos de una obra así. Pero como sus defensores no terminan de embarrarla, por ahí Eduardo Pizano, un dirigente conservador muy cercano al expresidente Andrés Pastrana y a Iván Duque Márquez, salió con una perla en las redes sociales, palabras más, palabras menos: “miren como se construyó un puente en La Línea sin que hubiese mayores afectaciones a la fauna y flora del lugar; esto mismo se podría aplicar en la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) en la Sabana de Bogotá”. Cuando la ignorancia y la grosería se juntan, salen unas barrabasadas así, no señor, el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible se deben respetar.

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