miércoles, 12 de julio de 2023

LÁGRIMAS DE DABEIBA

 

Los Falsos Positivos serán un tema permanente en la realidad colombiana, por cuanto las víctimas aún no han sido totalmente compensadas y los victimarios todavía los niegan en apariencia, pero los celebran en su intimidad. No es cuestión de sabotear la nefasta Seguridad Democrática, como lo predican muchas mentes arrogantes mientras reciben masajes en los clubes más exclusivos de las ciudades, es cuestión de tener clara una realidad con base en hechos que están ocurriendo, y que no se deben repetir. La violencia durante la seguridad democrática fue el plato diario en los hogares colombianos, donde aparte de las neutralizaciones de Raúl Reyes, Martín Caballero y El Negro Acacio, así como la captura y posterior extradición de Simón Trinidad y Sonia; las Farc no recibieron golpes contundentes, al contrario, mantuvieron sus tropas y su arsenal casi intacto, puesto que quienes deberían mantener el orden público (encabezados por el Presidente de ese entonces, Álvaro Uribe Vélez), solo buscaban jóvenes, en su mayoría en condición de pobreza e indigencia, para llevarlos a lugares apartados del país para fusilarlos absurdamente, y hacerlos pasar como ilegales dados de baja, y a quien se osase en cuestionarlos, era objetivo de seguimientos, chuzadas y agresiones en la calle, por parte de la secta de extrema derecha.

 

Y una muestra fehaciente de esta tragedia fueron las confesiones por parte de antiguos miembros de las Fuerzas Armadas de Colombia, ante la JEP en una audiencia especial que se hizo en el Municipio de Dabeiba (Antioquia) en días pasados. Se pueden leer y escuchar confesiones como las del ExIntegrantes del Batallón No. 26 de Contraguerrilla, Yahir Leandro Rodríguez Giraldo (Infobae): “Irrumpí en la casa vilmente, dejándola invivible solo por pensar en mí y que iba a hacer una baja correcta, sabiendo que no lo era”. Terrible fue esa táctica de bajas de combate a cambio de plata, viajes y rumba que hubo en las toldas militares y de policía, tan solo para complacer el ego y la ambición de un expresidente que aún cree que la guerra es el mejor negocio y que todo se soluciona a punta de plomo y bala. Los defensores de la Seguridad Democrática aún creen que con ocultar los restos humanos de quienes fueron víctimas de esos malditos falsos positivos, podrán liberarse de muchas culpas, pero que ingenuidad, tarde o temprano la justicia llegará con su veredicto implacable: CULPABLES, y deberán pagar sus fechorías de manera estricta y bajo el desprecio de toda Colombia.

 

Este caso que es el número 03 de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), llamado “Asesinatos y Desapariciones forzadas presentadas como bajas de combate”, refleja la manera vil y cobarde como miembros de las FFMM secuestraron a jóvenes para asesinarlos y decir que fueron bajas en combate, porque les daba miedo (a ciertos militares, policías e integrantes del gobierno de ese entonces) enfrentarse con las FARC en ese entonces poderosa, a cambio de ciertas dádivas que sonaban a “coimas descaradas”, porque quien cuestionase, era considerado amigo de Chávez y por ende, enemigo de Colombia, así como objeto de insultos de fhüribistas desde los Medios de Comunicación, incluso, objeto de agresiones físicas y verbales en la calle. Tremendo reto se le presenta para la JEP, que, pese a que ha tenido dificultades en su labor, de ahí la lentitud en el trabajo que se lleva a cabo en los procesos abiertos y los que vendrán después; ojalá haya justicia y se cumplan a cabo las sentencias que se profieran dentro de la misma, y que a esos exgenerales que han ido a la JEP para despreciarla, así como los procesos que se llevan a cabo y querer salir inmaculados, se les lleve a pagar todo lo que hicieron.

 

¿Qué dicen dentro del Fhüribismo, perdón, Uribismo sobre este tema? Al igual que en todos los casos de Falsos Positivos, se han dedicado a negarlos y menospreciarlos (incluso con burla y con sarcasmo); se habla del famoso comunicado vulgar y grosero que sacó su Junta Directiva en 2021 alegando que solo era un montaje para perseguirlos y no dejarlos hacer política (si es que se le puede llamar así). Pero viene algo peor, el ExPresidente Uribe apenas supo los relatos de los antiguos militares en Dabeiba (Antioquia), sacó un lacónico comunicado en las Redes Sociales donde dice cínica y vulgarmente (El Colombiano): “Duele y mortifica que hubieran negado falsos positivos, les creímos, y ahora los aceptan; incluso la Fundación de Herbin Hoyos (Q.E.P.D) defendió un caso de Dabeiba, anterior a mi Gobierno. Y apoyamos esa defensa. Los cometidos durante mi Gobierno mancharon la Seguridad Democrática que bastante sirvió al país. Cualquiera de estos delitos es grave sin que importe el número ni los casos de falsas acusaciones. Mi afectación es mayor por mi inmenso cariño a los soldados y policías de Colombia”. Pero si el principal negacionista y menospreciador de los Falsos Positivos es él.

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